1 – Nunca apagues la impresora sin comprobar que el carro de impresión haya vuelto hasta el final, donde topa, allí la impresora tiene un sistema que activa un mecanismo que hace que se cubra el cabezal de los cartuchos, evitando que se sequen por exposición al aire y al polvo ambiental.
2 – Si no vas a utilizar la impresora por varios días o meses, retira los cartuchos y guárdalos en un paquete herméticamente cerrado para que se conserven correctamente,
3 – Limpia el cabezal de impresión temporalmente de acuerdo al uso que le des a la impresora.
4 – Apaga la impresora cuando no vayas a imprimir. Esto activa el mecanismo mencionado en el punto 1
5 – NUNCA imprimas hasta vaciar los cartuchos, si la impresora o el software te avisan que queda poca tinta, cancela la impresión. La tinta de reserva impide que se tapen los inyectores con los residuos de tinta que pueda tener el cartucho.